deshidratación
¿QUÉ ES LA PIEL DESHIDRATADA?
La piel deshidratada es un tipo de piel que por diversos motivos no recibe el aporte de agua que necesita para desarrollar sus funciones. Una piel deshidratada presenta un aspecto menos saludable al normal, tiene tendencia a cortarse o volverse grasa, puede tener problemas de firmeza y, con el tiempo, aumentarán las probabilidades de tener más arrugar y marcas de expresión.
Una de las recomendaciones que realizan los dermatólogos, es que reduzcamos el uso del maquillaje cuando tenemos la piel dañada. Una piel deshidratada no está preparada para soportar la aplicación de ciertos tipos de cosméticos, que incluso pueden llegar a dañarla. Si aún así tenemos que usarlos, es importante analizar la fórmula para que no contengan parabenos ni ingredientes perjudiciales; al igual que la utilización de lociones para desmaquillar pieles sensibles, como la loción limpiadora de Avene, que está hecha sin colorantes ni productos agresivos, por lo que es ideal para limpiar la piel y eliminar los residuos que se acumulan a lo largo del día.
TRATAMIENTOS PARA HIDRATAR LA PIEL
Los tratamientos para hidratar la piel son sencillos. Podemos decir que el tratamiento se divide en dos partes esenciales: hidratar la piel por fuera y también por dentro. Durante el primer paso haremos uso de una emulsión y una crema hidratante. Estos productos harán que el aspecto de la piel mejore, así como su firmeza, la textura y evitará futuras huellas en la dermis y la aparición de arrugas.
No obstante, la utilización de cremas hidratantes tiene un impacto limitado, ya que sus propiedades sólo penetran las capas más superficiales de la piel. Es por ello que en este segundo paso se recomienda aumentar la ingesta de agua y alimentos con un gran contenido líquido, que complementen el uso de productos como las cremas hidratantes.